Cuando nos preguntamos ¿Qué es la felicidad? 


No podemos evitar dejar volar la imaginación y nos dejamos seducir por la magia del dinero, de la fama, del amor o de la compañía familiar, no nos detenemos y siempre vamos un paso adelante, lo queremos todo y al tiempo, siempre soñamos con esa vida perfecta, de lujos y encanto, pero si nos damos cuenta muchas veces la encontramos allí donde menos pensamos, en un abrazo, en una caricia, en una palabra, en una persona, dependemos siempre de alguien más, sobreponemos los intereses de los demás sobre los nuestros, ahí fallamos.

Cuando dejamos que el mundo nos cegue y mientras creamos encontrar la felicidad en otros y en cosas superficiales, solo vamos a vivir de lo material y nunca podremos dedicarnos a pensar en que nos hace felices, tal vez ver un amanecer o ser cordiales, o exitosos en lo que hacemos sea el punto de partida para lograr nuestra felicidad, la vida esta llena de pequeñas cosas que son un gran total de nuestra felicidad, debemos siempre compartir y vivir cada momento como el último, tal vez cada segundo de nuestras vidas sea la felicidad absoluta