jueves, mayo 16, 2013


Desde que llegamos al mundo nos ponen un nombre, nos identifican con un número, nos dicen a quien nos parecemos, nos instruyen con lo que debemos y no hacer, pensar, creer y mas, crecemos y vamos al colegio, nos graduamos, vivimos amores, tenemos decepciones, trabajamos y de ahí no pasa más, cuando estamos viejos nos damos cuenta que dejamos pasar oportunidades de hacer cosas que nos hubieran alegrado la vida y tal vez nos hubieran cambiado el rumbo, debemos pensar desde temprano en la juventud, que realmente queremos vivir, que nos inspira a estar plenos y no morir en el intento.
Los procesos del camino no los podemos saltar, cada ciclo prepara el siguiente, somos dueños de cada decisión y a la vez de cada consecuencia que estas traigan, no resignarnos a vivir en una cuadricula es una gran solución, tampoco podemos buscar el libertinaje, la balanza debe estar proporcionada, vemos cada error de cada generación pero no estamos dispuestos a cambiar esto, si brindamos nuestra colaboración tal vez la calidad de vida mejore, a la vez las decisiones propias deben procurar no atentar contra los demás, el mundo depende de quienes lo habitamos, la vida es de compartir y no herir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario