Las desilusiones y los recuerdos son mas allá de las tristezas que producen una enseñanza que debemos agradecer, de cada cosa mala hay una moraleja, cada lagrima fortalece, de cada paso atrás podemos aspirar a dar 3 adelante, la vida en su constante lucha nos invita a sacar conclusiones que nos levanten, decepcionarse solo es parte del aprendizaje, allí aprendemos a seleccionar mejor a quien queremos junto a nosotros y quien no sirve para nada, este filtro es un seguro para no repetir errores.

La memoria es difícil de digerir cuando las desilusiones son continuas, pero la convivencia con ellas mismas son motivo de avance, hasta un dolor es un paso adelante, las situaciones en el camino pueden ser adversas pero depende de cada guerrero enfrentarlas y sobreponerse a ellas, desde la dificultad de nacer hasta el dolor de la muerte son procesos, cada ciclo se abre y se cierra, no podemos pretender no sentir negativismos, solo sabemos que cada día trae su afán, hoy podemos contar con gente leal pero mañana no sabemos si una traición va a ocurrir, la vida cambia constantemente, no hay que sufrir, solo aprender de cada lección y sacar de ella el mejor provecho